Cada mobiliario demanda un cuidado diferente dependiendo del material del que esté hecho. Los de metal, por ejemplo, necesitan un mantenimiento profundo para evitar que queden inservibles con el paso del tiempo. ¿Quieres saber cómo cuidar estas superficies? ¡Continúa leyendo!
Deterioro del metal y cómo tratarlo
El metal, a pesar de ser un material resistente a simple vista, tiene una enemiga potente: la corrosión. Este es un proceso de degradación que se da gracias al oxido causado por humedad y que puede ser fatal si no se previene o trata correctamente.
Aunque hay varios tipos de metales el cuidado es básicamente el mismo. Solo debes informarte de qué tipo está hecha la superficie que quieres tratar y utilizar los productos adecuados a ella.
¿Qué hacer?
– Protege tu superficie: si los metales se exponen con regularidad a agentes corrosivos, sin tener la protección necesaria, es probable que se deterioren con mayor rapidez y sin dar tiempo de actuar en contra de ello. La manera más sencilla de prevenir esto es cubriendo la superficie con un fondo anticosorrosivo antes de aplicar cualquier otro tipo de producto.
– Pinta el metal: este es uno de los métodos más comunes y efectivos para cuidar este material. Cuando la superficie está cubierta por pintura, evita que la humedad y los agentes oxidantes entren en contacto directo con la superficie. Ten en cuenta que los esmaltes se desgastan con el paso del tiempo por lo que debes brindarle el debido mantenimiento.
– Haz un mantenimiento cada cierto tiempo: remueve el polvo, la grasa o cualquier tipo de suciedad, y haz el debido retoque de pintura cuando esta esté desgastada por el paso del tiempo.
Sobre esto último: no te olvides de preparar la superficie con removedores y solventes que la dejen apta para el nuevo proceso de pintado.
Tener enseres de este material es ventajoso debido a su resistencia, pero debes cuidarlos si quieres que cumplan con su funcionalidad. REINCO tiene los productos que necesitas para acompañarte en esta labor.